08/05/2018
8 de mayo 2018 / 19.30 / Cendeac / Espacio 2
Entrada libre y gratuita hasta completar aforo
Quintina Valero y David Salcedo, dos de los ocho ganadores y ganadoras de PANORAMA charlaran en CENDEAC sobre sus trabajos seleccionados para este proyecto, su proceso de creación y sus experiencias en torno a la fotografía.
Modera: Gustavo Alemán
Más información de la actividad aquí
QUINTINA VALERO
CHARLA
’Vida después de Chernóbil, la radiación un enemigo invisible’
Presentación de mis comienzos en la fotografía y el fin de ella como herramienta para dar voz a temas sociales y derechos humanos. Un resumen abreviado de mi trabajo en los medios de prensa combinado con mis proyectos personales a largo plazo. Como surge el proyecto que presento ‘Vida después de Chernóbil’ como parte de una gran exposición europea llamada ‘Clouded Lands, Chernobyl 30 years later’ creada por mi colectivo Food of War (Comida de guerra).
Durante la charla hablaré del colectivo y nuestro fin de reflexionar sobre los conflictos, luchas sociales y su impacto en la comida y el medio ambiente a través del arte. Realización del proyecto, investigación, trabajo de campo, su financiación y colaboración con artistas internacionales.
TRABAJO SELECCIONADO
Vida después de Chernóbil
En abril de 1986 la planta nuclear de Chernóbil sufrió el mayor de los desastres nucleares de la historia. Se estima que la cantidad de radiación y material tóxico fué 500 veces mayor a la sufrida por la bomba atómica de Hiroshima en 1945.
Treinta y tres años después del accidente de Chernóbil la radiación continúa siendo el enemigo invisible de muchas familias ucranianas. En la región de Narodichi, a cincuenta kilómetros de la central nuclear, cinco años después del desastre comenzaron a detectarse las consecuencias en la población civil y en el medio ambiente. Hoy sabemos que fue una de las regiones más afectadas.
Entre abril de 2015 y mayo de 2016 viajé a Ucrania para documentar las implicaciones del accidente visitando la zona de 30 km de exclusion de Chernóbil y personas afectadas por la radiación. El libro “Voces de Chernóbil” de la escritora y periodista bielorrusa Svetlana Alexievich me inspiró muchísimo con los testimonios de sobrevivientes del accidente. Comenzé a interesarme en zonas más remotas, como la de Narodichi, donde miles de personas viven en tierras altamente contaminadas.
La evacuación de los pueblos y ciudades de Narodichi se decretó en 1991. Se prohibió también el consumo de comida procedente del entorno, abocando al declive de una de las regiones más fértiles del país. Muchas de las familias retornaron a sus tierras a pesar la prohibición dictada.
Vida después de Chernóbil es el testimonio de la difícil vida a la que estas comunidades se enfrentan, bajo la venenosa herencia legada por el accidente de la central nuclear de Chernóbil en 1986.
DAVID SALCEDO
CHARLA
Una suerte de magia sucede cuando se escribe, la levedad de las ideas se ve transmutada en la pesadez de lo físico. Nuestros pensamientos se convierten en certezas a ojos de otros, y no existe mayor miedo para quien habita en la duda. Cuando retrato pasa algo parecido, porque no fotografió yo retrato, pero la velocidad de las decisiones en la toma casi hacen desaparecer los temores de la indecisión. Así la intuición aflora y lo que pienso se retrata con facilidad y parece estar bien, como siempre las apariencias engañan. La fotografía convive en el mismo territorio del fracaso y cualquier elemento, que no sea tenido en cuenta, está apunto de destruirla o convertirla en algo sublime. Por eso es necesario un profundo análisis técnico, estético, filosófico y espiritual de lo obtenido, todo ha de acompañar para que quien lo mire entre en el hechizo. La edición es tan importante como la toma, un autor se define decidiendo que tiene que ver con él y que no, con las respuestas se presenta ante el mundo. Para los que vivimos en la duda es el tramo más difícil de recorrer, mostrar ante todos quienes somos cuando la mayoría de las veces no lo sabemos. Por suerte el camino te hace aprender cuatro cosas de ti, para darte cuenta en el siguiente cruce que las has olvidado, obligándote a hacer otra vez el viaje para recordarlo. En mi caso siempre camino en círculos entre lo que me es cercano y el silencio.
Es así como está hecho Fuchina, un trabajo donde parece, en una primera impresión, que me alejo de mi voz. Y es que la estética utilizada intencionadamente, donde claros referentes son Goya, Picasso, Cristóbal Hara y Ricardo Cases, está alejada de la que suelo usar. Pues la entiendo solo como una herramienta más del lenguaje que utilizo para encontrar mi forma de ver un lugar tan común como son las fiestas en España. Siendo estas solo un escenario y un murmullo de fondo para el silencio, que siempre intento encontrar.
TRABAJO SELECCIONADO
Serie Fuchina
A comienzos de mayo, Fuchina se ve inundada por vecinos y forasteros, con los gerifaltes a la cabeza siempre dispuestos a dejarse ver. Al son de un sin fin bandas y charangas tocando marchas moras, la gente se deja llevar por la alegría. Momentos de abrazos, vino, caballos y flores, que ya la vida volverá a su curso. Desconozco sus ritos y celebraciones, pero me entrego a ellas. Las calles me llevan adonde la algarabía es solo un murmullo de la fiesta: Un mozo se apoya en una pared desconchada, una bandera cuelga en un balcón y alguien brinda al sol.
(En proceso)