03/03/2020
Martes 3 de marzo, a las 19:30 h., en el Espacio 1 del CENDEAC-Centro Párraga.
Entrada libre y gratuita hasta completar aforo
El crítico Pedro Medina y el artista valenciano, residente en Molina de Segura, Josep Tornero presentan el catálogo ‘La desaparición de las luciérnagas’ de este último. Inspirado en un texto de Pier Paolo Pasolini de 1975 que retomó Georges Didi-Huberman, se trata de una propuesta ‘site-specific’ que se realizó para el espacio del Centre del Carme de Valencia, como resultado de la convocatoria Escletxes, de producción y apoyo a la investigación del Consorci de Museus. A partir de un inventario de imágenes de diversos registros técnicos como fotografía, vinilos o pinturas, el artista trae al presente imágenes iconográficas de la historia del siglo XX. ‘La desaparición de las luciérnagas’ es la plasmación de una investigación en la que Tornero ha trabajado alrededor de dos años y donde se cuestiona la contemporaneidad de la imagen, rescatando reflejos del pasado, retrotrayéndolos al presente.
El catálogo tiene textos de los críticos Pedro Medina que realizará la presentación- y de Luis Francisco Pérez.
SOMBRAS PARA ILUMINAR EL PORVENIR
Pedro Medina Reinón
Tal y como expone brillantemente Giorgio Agamben, lo contemporáneo no puede más que desvelarse en el espesor de temporalidades entrelazadas, en el desfase y el anacronismo desde el que se percibe nuestra actualidad. Quizás así pueda aparecer una posible redención: “es como si esa invisible luz que es la oscuridad del presente proyectase su sombra sobre el pasado y este, tocado por este haz de sombra, adquiriese la capacidad de responder a las tinieblas del ahora”.
Coherentemente con esta idea, la narración en la obra de Josep Tornero
privilegia la idea de “montaje” sobre la de “serie”, para establecer warburgianamente múltiples maneras de relación. Además, lo lleva a cabo profundizando en elementos comunes en su trabajo anterior: lo ondulante y el movimiento en lo fugitivo, que se orientan siempre al objetivo de señalar una supervivencia de la imagen. En palabras del propio artista: “una supervivencia a modo de destellos fugaces, […] una sucesión de imágenes o historias desanidadas que, a modo de collage, pueda incorporar un diálogo sostenido con nosotros mismos, un destello último que precede a la desaparición”. El espectador presencia pues imágenes que se vuelven espectros de la memoria, lugares donde todo acaece una segunda vez para activar un espacio común que nos pertenece como colectivo.
En efecto, cada cuadro construye un imaginario compartido que tiene como coordenadas un léxico frecuente en las prácticas sociales
del arte contemporáneo: trauma, dolor, recuerdo, comunidad, violencia… y que toda sociedad tiende a ocultar.
Luis Francisco Pérez
La obra pictórica de Josep Tornero se diría que también viene (sería más correcto decir que surge) de un obscuro fondo de los tiempos o de una larguísima era (seguimos en ella) dominada por el miedo. Es decir: es imposible que sea más humana, e incluso haciendo un homenaje al filósofo con que hemos iniciado este texto, que resulte esencialmente humana, demasiado humana. Por eso la inquietante representación que contemplamos en todas y cada de sus telas (sucede lo mismo, naturalmente, en las máscaras de condición escultórica que vemos en esta muestra) no es tanto una figuración, aun siéndolo, como un reconocible espacio de significación que paradójicamente hace abstracción de esa trascendencia, incluso de esa razón defensora de su más pura comprensión. Podemos agregar: se trata menos de una figuración que de una sofisticada imagen que surge, cual luminosa luciérnaga en la noche, de una escenificación muy concreta y segura de lo que podemos entender como “condición humana”.
IMÁGENES DE LA EXPOSICIÓN