Desde mediados de los años setenta Antón Patiño ha desarrollado una importante actividad expositiva con muestras en galerías y museos dentro y fuera de España. Aunque asociado con el colectivo Atlántica, del cual es miembro fundador, Patiño vive, desde los años 80, en Madrid, donde elabora sus impresionantes pinturas cargadas de signos primordiales, imágenes contundentes de una cosmografía basada en iconos sencillos: pesanervios, un especie de Michelin alámbrico, ciclistas, ánforas, alas de águila y sillas vacías.Como tan elocuentemente subraya Patiño en su Mapa Ingrávido, "La pintura nos habla de la posibilidad de un límite. Pintar es nombrar la realidad, acortar sus límites".La pintura de Antón Patiño es conocida y admirada allende su orígenes, figurando entre las colecciones de museos e instituciones más prestigiosas del país.